Abril
nos sorprende con una semana de sol y pantalones cortos con tirantes, seguida
de sus constantes lluvias. Mayo trae consigo la indecisión, el qué me pongo y
el asómate a ver qué tiempo hace: ahora nublado más tarde sol, una semana
entera lloviendo, dos seguidas con viento. Finalmente junio nos patalea con el
calor de un día de agosto. ¿Es algo normal? ¿Tenemos algo que ver
con el drástico y constante cambio de temperaturas?
Vamos
a plantearnos las cosas. Empezando por un invierno en tirantes dentro de casa y
los radiadores como si del núcleo de la Tierra se tratase. Un verano con las
ventanas abiertas y el aire acondicionado al máximo. Pasear cerca de tiendas,
restaurantes, hogares, hoteles… y que una bomba de calor te sacuda debido al
aire acondicionado que se encuentra dentro. Millones de piscinas llenas de agua
limpia y fría cada día. Coches yendo de un lado para otro, sin necesidad pero
con escusa: el calor. Mares llenos de bronceador, crema y otros químicos que
acostumbramos a bañar con nosotros en las playas. Vamos a plantearnos disfrutar
el verano y que el verano pueda disfrutar de nosotros. Como queda ya muy poco
para las vacaciones… ¡Esperamos que disfrutéis y saquéis el máximo partido a
estos meses libres llenos de fiestas, baños, juegos, viajes y diversión!
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